Me
duelen los pies de reírme,
pero
te seguiría hasta el cielo de la boca.
buscando
tu clavícula salvavidas,
arreglando
todas tus sonrisas rotas.
Pido
un deseo;
ser
el tuyo.
Quererte
un mucho de más,
en
toda tu composición,
descompuesta,
esparcida, desvariada o perdida.
se
está convirtiendo en mi ley universal
versada
en un espacio sin tiempo
que
me impida seguir cumpliendola.
(voy
a escribir normas en tu lengua
para
que lo entiendas)
Las
reglas que sólo has podido deshacer y recomponer a la vez:
Escritas
en carne viva,
en la
tuya,
en la
mía.
Sabes
hacer jaulas
con
el enredo de mi pelo
en
las que encerrar mis pesadillas
dentro
de mis sábanas noctámbulas.
Ser
mi luz al final del túnel, cuando la noche alcanza.
Ella,
descubierta en su juego
cuando
el tiempo se retrasa,
es
como el escondite
porque
todos sus rincones son casa.
A ti,
por verte dormida,
recuerda;
viviré en la realidad
siempre
que haya fragmentos de tu ficción.
Dónde
te encontraré otra vez,
hasta
perdernos por nuestras bocas sin salida.