Los
recuerdos son el impacto más irreversible que puede recibir tu
cabeza en cuestión de unos minutos existenciales, capaces de
paralizarte y preguntarte que has sido y quién eres. Qué somos.
Se
acoplan a ti durante un tiempo infraccionable en todas las secciones
de tu alma convirtiendo el orden en caos, hasta encontrarte trozos de
cadenas oxidadas y cuerdas desgastadas por el paso de los daños.
¿Cuántos años de mala suerte tiene un espejo que ya estaba roto
cuando llegué? El silencio culmina una respuesta sin salida ante el
desprecio del tic tac, y de las horas que encierras entre las
manecillas que tanto queríamos frenar.
Todos
estamos un poco locos,
pero
re-cuerda,
para
volverte un poco más.
Para
atarte la soga al cuello y que sea la sombra de tu pasado la que tire
fuerte hasta que te reciba el futuro con los brazos abiertos.
Recuerdos,
los únicos que van a atreverse a tocarte la espalda, taparte los
ojos, y hablarle a la otra mitad que tanto te empeñas en esconder.
Son los únicos asesinos que volverán a la escena del crimen hasta
cerciorarse de que te han dado el golpe final. Hoy hace 22 años que
no eres tú, que no eres yo, por eso, vamos a imaginarnos en un
infierno en el que ya pertenecemos para volvernos peores.
Hola Somnise, recuerda...que al final, sólo somos el tiempo que nos queda...
ResponderEliminarPasa buen día, besos de agua..