Soy las virutas de una goma que borran
un folio lleno de palabras desgastadas.
Soy el error que todos cometen.
Soy medio día por la noche.
Soy azul en negro oscuro.
Soy la incertidumbre en labios que
escupen mentiras.
Soy una promesa que quiere cumplirse.
Soy el intento fallido de un corazón
roto.
Soy la vida que siempre se dejan a
medias en un vaso.
Soy la comida que el perro del
Hortelano no deja comer.
Soy lo que nunca me han dejado ser.
Soy el límite de la paciencia que
siempre se acaba.
Soy las medias ganas.
Soy las medias ganas.
Soy la mancha que empaña un espejo
donde se refleja un recuerdo.
Soy el viento que se queda sin fuerzas
para levantar las hojas del suelo.
Soy la intensidad de una llama que
apagan hasta convertir en cenizas.
No quiero ser más.
No seguiré siendo restos de un “soy”,
anulado como verbo en primera piel del plural, acomodado en el momento perfecto
anterior, en modo imperativo, porque solo recibí órdenes y represión
en mi voz que cantaba pasiva, por eso jamás llegue a “ser” ni
como un simple infinitivo.
No voy a conjugarme más, hasta que encuentre mi primera persona del singular; que se atreva a tachar mi
pasado y se escriba en mi presente y futuro donde habite el
subjuntivo para que cumpla deseos ficticios y un indicativo para
descansar en la realidad.
Conjuga(me), sólo si piensas analizarme
sintáctícamente buscando mis verbos escondidos, dándome un tiempo
y una voz que canten al son de la libertad, hazlo si piensas llegar al
núcleo de una vida rota entre perífrasis emocionales. Inténtalo,
si vas a quedarte como sujeto de esta oración que no tiene atributos
que ofrecer, sólo unos complementos que no saben en que líneas encajan. Sigue, y ayúdame a completar un estilo directo y tardío.
Conjuga(me), sólo si vas a darle
sentido a una vida que se quedó sin persona, tiempo, modo y voz.
Me parece de lo más intenso y redondo que te he leído. En el texto conviven las pesadas cargas heredadas de tu pasado con las ansias de autenticidad y libertad de tu futuro subjuntivo, y el dolor y la incertidumbre que se aferran a tu presente. Aunque parezca inspirado por un manual de linguística, me resulta muy logrado.
ResponderEliminarMuchas gracias, Carlos!
EliminarPrecioso...
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